Mis hijos y yo pasamos un mes este verano viviendo con sus abuelos. Había primos con los que jugar, un nuevo cachorrito, cable y una hermosa alberca. Las paletas aparecían cada 30 minutos y los bocadillos abundaban. Mis hijos estaban dándose la gran vida y lo sabían.
En un momento durante un momento especialmente divertido en la alberca, mi hijo se quejó, “mamá, ojalá tuviéramos una alberca”. En cierto modo estaba de acuerdo con él. Pero no quería que se perdiera la alegría del momento que estaba experimentando al desviarse hacia el descontento. Entonces le pregunté: “¿lo estás pasando bien en este momento?”
“Sí”
“Bueno, sigue divirtiéndote y ni siquiera pienses en eso”.
Es sorprendente cuán rápido y fácil puede aparecer el descontento, incluso cuando estás pasando el mejor momento de tu vida.
Nadie quiere criar a un monstruo malcriado y descontento que pisotea el suelo y grita “quiero un pony” y “papá, dame más” como Veruca Salt en Charlie y la Fábrica de Chocolate. Es algo tan feo, especialmente en los niños
Alguna vez escuché que la cura para el descontento es un corazón agradecido. ¿Cómo se tiene un corazón agradecido? Al enfocarte en todas las cosas que tienes que agradecer en este momento. Entonces, ¿qué aspecto tiene tener un corazón agradecido cuando aparece el feo monstruo del “quiero más”?
Para mí, parece un policía de tránsito sosteniendo un cartel de “PARE” en mi cara. Obligándome a hacer una pausa y darme cuenta de que estoy en un camino peligroso y necesito desesperadamente volver a dirigir mis pensamientos. Debo PARAR de enfocarme en lo que NO tengo y, en cambio, mirar todo lo que tengo.
Puedes usar preguntas simples para redirigir un momento de descontento.
Hijo: “Desearía tener el set del Ninja Azul de Lego®.”
Padre/madre: “¿Cuáles son los tres sets favoritos que tienes ahora?”
Hija: “Todos mis amigos van a Disney. Ojalá pudiéramos ir a Disney”. Padre/madre: “¿Cuáles son algunas de las cosas más divertidas que has hecho hasta ahora?”
Entrenar tu cerebro para salir de la calle del descontento para redirigirlo a la avenida de la apreciación te llevará a la tierra de la satisfacción, donde estarás contento con lo que tienes porque te das cuenta de que tienes mucho por lo que estar feliz.
Por Jenna Scott