Vivimos en un mundo que constantemente nos dice que la estabilidad y la felicidad dependen de lo que tenemos: dinero, éxito, posesiones. Pero, ¿qué pasa cuando ponemos nuestra esperanza en estas cosas y, de repente, todo cambia?
El peligro de confiar en las riquezas
Es fácil creer que tener más nos hará sentir más seguros, pero la realidad es que cuanto más confiamos en nuestras riquezas, más frágil se vuelve nuestra paz. El dinero puede dar comodidad, pero no propósito; puede dar estabilidad, pero no identidad.
Jesús nos advierte sobre esto en la Biblia:
«No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido los destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen tesoros en el cielo…» – Mateo 6:19-20
¿En qué estás basando tu seguridad?
Si un día tu cuenta bancaria desapareciera, si tu trabajo ya no estuviera ahí, si lo que consideras tu estabilidad se esfumara… ¿qué quedaría? Este mensaje nos confronta con una verdad poderosa: nuestra esperanza solo es firme cuando está puesta en Dios.
📌 Algunos puntos clave que abordamos en este mensaje:
✅ El engaño del dinero: cómo nos hace sentir seguros hasta que se convierte en nuestra dependencia.
✅ ¿Dónde está tu confianza? Sin darnos cuenta, a veces migramos nuestra esperanza de Dios a nuestras posesiones.
✅ La generosidad que transforma: historias reales que nos muestran que los más pobres pueden ser los más generosos, porque su esperanza no está en lo material.
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