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Hablemos de dinero: Dios, tú y las deudas. (Demo)

Hablemos de dinero: Dios, tú y las deudas.

Por Adriana Monroy. 

Mi esposo y yo somos unos apasionados por las finanzas personales. Él es un emprendedor de corazón, a sus 25 años dejó todo para hacer un viaje de mochila al hombro que duró 3 años, con la firme convicción de descubrir su propósito en el mundo. Yo, abogada financiera de profesión y desde muy joven económicamente independiente.

Al tiempo, fuimos entendiendo la importancia del manejo correcto del dinero y la paz que una buena administración trae consigo. Entonces decidimos crear un curso para que las personas puedan alcanzar su propio Bienestar Financiero. El Nivel 4, que es del que quiero hablarte, se refiere a las deudas y lo que enseñamos es: «Lo que debes no lo tienes, lo debes; lo que has comprado con deuda, no te pertenece hasta que termines de pagarlo, así que no lo sumes a la lista de tus activos aún.»

Estas afirmaciones podrían parecerte una falta de cortesía de mi parte, pero es la verdad en términos puros. Si te sientes incómodo, quizá no quieras seguir leyendo, pero si logras reponerte, podrías estar dando la primera pisada hacia el Bienestar Financiero que Dios tanto desea para ti.

Me alegra que sigas conmigo. Además de no ser el dueño de lo que debes, existe otra realidad: Cuando adquieres una deuda, Dios se pone del lado de tu acreedor, por lo que esperará que hagas honor a tu promesa de pago. Y no cuando tu decidas hacerlo o te convenga, sino en las fechas exactas y las cantidades precisas a las que te comprometiste. Sin excusas, dilaciones, ni quitas o intereses moratorios.

Por eso, lo que más tendría que afligirnos de tener una deuda, es que si fallamos a nuestro acreedor, en realidad, le estamos fallando a Dios.

¿Pagas tus deudas en el tiempo y cantidad que te comprometiste?

No debas nada a nadie

  • El impío toma prestado y no paga; más el justo tiene misericordia y da. Salmos 37: 21
  • Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. Eclesiastés 5:5
  • Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.
  • No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo ha cumplido la ley. Romanos 13:7,8

Recuerda

Dios quiere verte libre de deudas pero si ya las tienes, lo que Dios espera de ti es que cumplas tu palabra y pagues.

Tu situación actual, cualquiera que esta sea, es una preparación. No solo para que cumplas el sueño que has imaginado, sino el que Dios mismo tiene planeado para ti, que siempre es mucho mejor. Tu labor es cooperar con Él, ser un paciente y buen alumno, perseverar en lo que Dios te pide hacer sin cansarte y confiar que estás cada vez más cerca.

Oración

Padre mío, he adquirido deudas y en ocasiones he sido negligente para pagarlas, me he retrasado en algunas y en otras he pedido prestado a diferentes personas para pagar, lo cual me ha endeudado aún más. 

Ahora sé, que el mejor estado como administrador de tus recursos, es no tener deudas, por eso quiero pagarlas y cumplir con mi palabra, pero si confío solo en mis fuerzas dudo que lo logre, pero contigo mi fuerza de voluntad es firme y entonces puedo. Ayúdame infundiendo en mi corazón compromiso y responsabilidad frente a mis acreedores. 

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