¿De dónde viene tu identidad? Quizá de tu puesto en el trabajo, quizá de tu situación económica, quizá tu actividad más importante…pero Pablo nos dice que
hay una sola identidad que es correcta: la nueva identidad que Dios nos dio por medio del milagro de resurrección de Cristo.
Las enseñanzas falsas causan problemas serios a nuestra fe. Nos impiden compartir el Evangelio de forma confiada y nos alejan de la vida maravillosa que
Cristo ofrece para cada uno de nosotros.
¿Qué es eso que Dios nos pide que hagamos por el aquí en la tierra? ¿Por qué eso es tan importante para nuestro crecimiento espiritual? ¿Estás siendo participe
de su obra o solo estás siendo espectador?
Cristo murió en la cruz por cada uno de nosotros. Eso sucedió una vez y para siempre y tiene un impacto eterno en la vida de cada persona
que lo acepta en su corazón.
En todas las relaciones que por alguna razón han sufrido una ruptura, necesita haber una reconciliación para que la misma pueda restaurarse y
transformarse en una relación positiva de nuevo.
Jesús, el principio de todo, por medio del cual todo fue hecho perfecto y el heredero de la creación, anhela en su corazón tener una relación
de cercanía con cada uno de nosotros.
¿Cómo conocer mejor a Dios? Pablo nos da un camino directo y claro: observando a Jesús. Cuando miramos cada paso que dio Jesús en su
paso por este mundo podemos observar características de Dios que nos acercan más a Él.
Cuando nuestra esperanza está en lo eterno, cambia la manera en que vemos todo a nuestro alrededor. En la carta a los Colosenses, Dios por
medio de Pablo, nos reta a examinar
No importa dónde estés espiritualmente, siempre debes seguir creciendo. Para ello, una de las cosas más importantes es perseguir
constantemente la voluntad de Dios para nuestras vidas. ¿El resultado? Gozo.