Todos los padres hemos pasado por esa incómoda situación en la que nuestros pequeñines no paran de interrumpir una conversación de adultos. Sea o no importante el tema; nos gustaría que nuestros niños nos interrumpan solo para cubrir una necesidad importante pero sobretodo, que lo hagan de modo adecuado y no con berrinches, pataletas o incesantes ¡mamá, mamá, mamá! Así que, nuestra respuesta es siempre la misma y recurrimos a frases como “no interrumpas”, “no te metas en la conversación”, “espera”, “cállate”, etcétera.
Sin embargo, así como nosotros, como padres, hemos aprendido a recurrir a este tipo de frases, los niños también aprendieron a demandar la atención de esa manera. Por lo que, para desaparecer esa conducta en nuestros pequeños debemos construir juntos nuevos modos de comportamiento. Lo único que debemos hacer es aplicar técnicas positivas constantes y continuas para obtener resultados favorables.
Aquí te compartimos una de las técnicas más sencillas y efectivas que puedes aplicar con tus pequeñines. Recuerda, la constancia significará el éxito o el fracaso de esta nueva enseñanza.
1. Pide a tu niño que cuando estés hablando con alguien más y necesite algo de ti, coloque su mano en tu hombro o sobre tu mano. Cuando lo haga, coloca tu mano sobre la de él para demostrarle que sabes que quiere tu atención.
2. Cortésmente discúlpate con quien estás conversando y gira hacia tu hijo, retira su mano de tu hombro, míralo a los ojos y dale toda la atención.
3. Cada vez que tu hijo repita este comportamiento dile: ¡Te felicito por ser prudente! Abrázalo y hazle sentir lo orgulloso que estás de el.
La idea es que tu hijo sepa que te has dado cuenta de que requiere tu atención, cuando siente tu mano sobre la suya el comprende la señal de que en breve recibirá respuesta tuya. Cuando interrumpes tu conversación para ponerle tu total atención el puede sentir que te tomas tu tiempo para el y que estás interesado en su necesidad. Es importante no retrasar demasiado tu respuesta para no generar estrés o ansiedad y que el desarrolle tolerancia de forma gradual entendiendo que lo que tú haces también es importante.
El resultado de aplicar este tip no es solamente enseñar buenos modales, incluso puede ayudar a aumentar la autoestima de un niño ya que le mostramos al pequeño que el puede controlar sus emociones y necesidades. Los refuerzos positivos que tu apliques con el cuando logre un avance serán determinantes para que esto se convierta en una conducta habitual.
"Yo, la sabiduría, convivo con la prudencia y poseo conocimiento y discreción". Proverbios 8:12